domingo, 3 de agosto de 2014

Páginas en blanco


Imagínate que recibes un libro con páginas en blanco y un bolígrafo. Ese libro es tu vida, y tú serías tu propio Dios ya que puedes crear la vida que tanto has deseado tener. Podrías escribir cómo va siendo tu vida tal y como te plazca. ¿Que quieres ser millonario? Lo escribes. ¿Que quieres casarte con ese amor platónico de la televisión que tanto te gusta? Lo escribes. Y eso sólo son dos ejemplos de las cosas que se podrían escribir en esos folios. ¿Suena maravilloso, ¿verdad? 

Pero, una vez las páginas se acaben, llegará la hora de tu muerte. Te recuerdo que cómo el bolígrafo tiene tinta permanente, tampoco se puede borrar lo escrito. Si has escrito algo de lo que en el futuro te ves arrepentido, no se podrá volver atrás.  Te recuerdo que el libro es de tu vida, a si que será una pérdida de tiempo escribir que desaparezca "x" persona o cosa. Entonces es cuando escribes algo érroneo y ahora, ¿qué? Te arrepentirás para siempre; Con ese libro a tus manos no puedes corregir errores.
Ahora ya no suena tan maravilloso, ¿cierto?


Yo podría empezar a escribir un libro de toda mi vida y no acabaría nunca.
Eso me gustaría decir. O no. Conclusión: Lo único seguro que hay en la vida es la muerte. Absolutamente todo lo demás, no se puede saber con certeza que eso que está pasando es verdad. La inmortabilidad es cosa de cuentos de hadas. Así que definitivamente no. Si empiezo a escribir la única vida la cual estoy viviendo, me gustaría que tuviese un punto y final. Con sus comas y puntos aparte. Sus más y sus menos. Sus errores y sus  arrepentimientos. Pero eso son imaginaciones. 
Que incluso cuando parece que te den la vida de una forma fácil, siempre existen sus dificultades. No esperes a que te den la vida hecha. No esperes que sea fácil. Porque no lo será. Nada que sea fácil merecerá la pena.

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